30 octubre 2014

20 segundos




Me miraste fijamente, durante 20, 25, 30 segundos. Toda una vida ralentizada, patas arriba, vadeando entre los escombros. Lo hiciste con curiosidad ceñuda, con agresiva naturalidad, imperativo, transversal, como si perteneciera a un elemento discordante de un paisaje que habías memorizado. Y durante esos 20 segundos de sirena varada, me robaste la dignidad, el perfume, la inconsciencia, las domesticadas capas de la cordura, el pesado caparazón de frustrada mariposa… y te marchaste. Sobre mi asiento, sin una gota de sangre, sobró mi piel.


*

Related Posts with Thumbnails