Butterfly
effect
Llegaste tarde,
tu asiento estaba ocupado.Ya sólo podía alcanzarte el eco
y el rocío de las palabras
nuevas.
Desde tu distancia perfecta
de estrella alfa,me guiñaste un ojo
y continuaste el vuelo,
descartando,
extranjero,
el radio de tu aleteo.
Invocando
monstruos
¡No
enciendas la luz
y
esconde monstruos bajo la cama!”,aconsejan todos.
Pero las únicas sombras que me
acechan
de noche,
son tu camisa de siembra
y unas uñas
imperiosamente largas.
¡Se
te escapa el tren!
“¡Se te escapa el tren!” gritaste
y corrí a la estación
estelando esas palabras
de atenta preocupación
sin reparar
en su fragilidad de cerilla.
Y, desde el vagón,
te miré y me miraste
lejano,
otoñal,
con las solapas retraídas.
Quise conservar entonces la estela intacta
llevármela hasta la orilla,
pero el tren aceleró con
brusquedad,
quebrándola sobre las vías.
Por
la espalda
Por la espalda
sólo se intuye
el ánimo de las olas,
nunca su altura
o su intensidad.
Quisimos ver la playa
pero no el mar
y la marea
nos tomó por la espalda, de
repente.
¿Sabes?
Por vez primera
no tuve miedo a nadar.
Comparando
cicatrices
Esa cicatriz en tu pantorrilla,
¿cuándo fue escrita?
¿quién te la legó?
¿la han deshilado antes que
yo?
¿Cuánto más será la única?
Efervescencia
A pesar de mis golpes,
aún no sabes perfilar
el moratón de tu brazo
o tu rodilla.
Niño,
cometa,
aguacero,
canción,
aunque aves migratorias
bullen bajo mi piel,
no podrás ser abril
Nunca
Todavía…
Inclinaste tu cuerpo
hacia delante
como si el centro de la
tierra
hubiera girado unos grados
y yo fuera
la única cornisa a la que
asirse.
Pero la verticalidad se
impuso
y el beso salió disparado
por encima de mi cabeza,
sobrevolando el tráfico,
los árboles,
los tejados...
para dejar casquillos
en tus ojos
y tus 17 años.
Broken
flowers
Como un ramo de rosas
cortado con hoz
te espero.
Desparramada por pliegues
nuevos,
húmeda y sombría,
extrañando raíces,
ignorando el hecho
de que prender ya es
imposible.
Pixeliscencia
En mi último cumpleaños me regalaste una foto
porque intuías que te había
olvidado.
Era cierto.
Había olvidado el cristal
del escaparate
donde chocaban nuestras
rodillas,
yo desde dentro
tú desde fuera.
Y ahora,
actualizado
e insultantemente guapo,
te detienes de nuevo
tratando de recordar
sin éxito
el tacto de esa tirita.
Pop
song
Escucho el disco
de las imposibilidades,
siempre a oscuras,
para que los hilos
de los cometas
ni lo rayen
ni lo prendan.
Pulso el repeat
sólo en tu canción.
Ya no hay síndrome de
Stendhal,
pero es la única pop song.
*