En el amor sólo debería haber dos
distancias,
dos alunizajes:
años luz y superficie solar.
Todo lo que se encuentre flotando
indefinidamente entre la fría lejanía y el fuego magnético,
aunque solo sea a un centímetro,
es como la luz de Betelgeuse cuando
acaricia la tierra:
ya no existe.
*
un abrazo de años luz, para ud
ResponderEliminarOtro enorme para usted, desde el norte del norte :)
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