29 julio 2013

Pulsera rota





La pulsera se rompió, inoportunamente, a 3 minutos de llegar a la parada. Ni siquiera me di cuenta. Fue un amable compañero de vagón el que, tras presenciar el incidente, me advirtió, azorado. Sus casi 50 cuentas aguamarina salieron disparadas en todas direcciones como animales enjaulados que, pertenecientes a especies distintas, se mostraban desorientados e incapaces de mantener una mentalidad de grupo.  Me agaché sin vacilar y traté de recoger todos y cada uno de aquellos pequeños cristales insurrectos ante la mirada entre avergonzada y curiosa del resto de los viajeros.
Maldije a la goma traicionera y su fragilidad.  Maldije mi exótica elección. Maldije el verano. Maldije mis rodillas manchadas. Maldije la cuenta atrás. En todo momento, me guiaba una estúpida e imposible estrategia recicladora. “Puedo recomponerla”, pensaba. “Quedará como nueva”.
“Puedo recomponerla…”
 
*
 

2 comentarios:

  1. No resulta fácil aceptar que, a veces, las cosas no se pueden arreglar, que hay que dejarlas marchar y seguir con nuestras vidas. Yo me atasco a menudo en relaciones muertas y me cuesta tirar objetos que ya sólo ocupan espacio.

    Precisamente leí días atrás un artículo que hablaba de la "teoría de los costes hundidos", según la cual las personas nos resistimos a abandonar un proyecto que ha fracasado, por lo mucho que habíamos invertido en él. Pero el coste de continuar con algo que ya no funciona es mayor que el de dejarlo atrás.

    Me encanta cómo construyes un relato a partir de una metáfora :)

    Besos

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    Respuestas
    1. Thank you for reading :)

      La teoría de los costes hundidos es muy lógica y sensata en teoría, pero la emoción va por otros derroteros y aprender a soltar es una de las grandes asignaturas pendientes creo que de casi tod@s. Siento envidia hacia la gente que tira pertenencias, cierra blogs y cuentas o da carpetazo a relaciones estancadas o tóxicas.
      En fin, ánimo, seguiremos trabajando en ello :)

      Creo que no me había dado cuenta de lo que quería contar en el texto hasta que he colgado ;)

      Kiss con síndrome de Diógenes emocional ***

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