31 octubre 2016

Phoebe's ashes



Mi amor descansa sobre el armario de la sala.
Es sólido y convexo.
Tiene base y peso.
Tiene boca.

Mi amor se contiene
para no escupir ceniza,
para no teñir el mundo,
para no gritar mentiras.

Mi amor me vigila,
es testigo mudo
y quebradizo
de mi nueva vida.

Mi amor cabe en una urna
pero tú, gatesa, no:
tú siempre colmas
y desbordas.












Eres magia…




*

30 octubre 2016

Veranillo de San Martín





“Además te quiero, y hace tiempo y frío”.
Cortázar

Tiempo para matar antes de entrar al cine. No sé dónde ir y dejo que la inercia decida. De repente, la lluvia le echa un pulso a las optimistas previsiones de los meteorólogos y gana, pero sólo débilmente. Las calles, aún bulliciosas en esta última luz de la tarde, proyectan sombras burdeos. Hay una extraña armonía espumosa entre la configuración de los comercios, los paraguas y la gente que camina. De vez en cuando, un músico callejero hace figura y redimensiona el cuadro. Hoy, un violinista toca el Ave María de Schubert mientras un padre imparte una apasionada charla melómana a su pequeño hijo. Gratia plena. Aquí y ahora todo es cálido y fluye en una sola dirección. Me dejo arrastrar. Suena insoportablemente cursi, pero muy de vez en cuando, a pesar de su autocomplacencia burguesa y de mi ácida ambivalencia, me (re)enamoro de mi ciudad como una turista impresionable.

No me extraña que decidieras quedarte, que adoptaras esta ciudad como tuya”.

Y, sin siquiera darme cuenta, la maldita sinestesia ha vuelto a jugármela. ¿Cuándo estoy? Reconozco el vértigo glacial, el mal de altura de esta calle que, misteriosamente, y a pesar de los años, nunca cambia. Puedo darme la vuelta, pero por algún estúpido masoquismo o acto de fe en la rotundidad aniquiladora del tiempo, decido continuar. Ahí está, el mismo rótulo blanco y la misma coma innecesaria. Cruzo tu espacio escudada desde la acera opuesta y te entreveo brevemente tras la barra a través del cristal. Camiseta, cabello rubio, piel dorada y mirada radioactiva proyectada en algún cliente. Tu microcosmos y el mío continúan girando en orbitas opuestas, não é verdade? Si tu vida fuera Groundhog Day vivirías siempre en un perfecto día de verano. Everywhere you go, always take the fucking weather with you.

Probablemente, ahora mismo, desde la distancia, ni siquiera me reconocerías (Olhe pra mim! Nao me olhe!), pero cruzo la calle torpe y atropelladamente, con una mano aferrada al paraguas y la otra semienterrada en el foulard que me protege del caprichoso frío de noviembre. Retrocedo por una calle paralela, tratando de borrar  mis pasos, como los indios. Es triste comprobar que mis pies no han aprendido a mentir. Tal vez la expresión “matar el tiempo” y tú permanezcáis pavlovianamente unidos para siempre en mi memoria.

Llego al cine, la puerta está a punto de abrirse y me pongo educadamente en la cola. El humo del cigarrillo del hombre que me precede me envuelve y asfixia como una pitón. Me esponjo en mi abrigo. Ya acabó el veranillo de San Martín y hoy yo sólo quería ver algo bonito.




*

09 octubre 2016

Debe estar la Arcadia en flor *





Destiempo

Y llegó el destiempo,
la desincronización sincronizada,
la hiriente y familiar zancadilla,
el bailar en las caras opuestas de la luna.
Tú en la cara oculta
Siempre en la oculta.






Bajaste la mirada

Bajaste la mirada
y contuviste un mundo
y el miedo cerró los ojos
y el miedo cerró…
y el miedo…






Mala suerte

Has tenido la mala suerte
de que te requiera una poeta,
de ser anclado en alguna órbita
sinestésica e impúdica
y que circulen a tu alrededor
y te señalen con el dedo
“Es él. Debe ser él”,
Sin tu permiso
sin camisa
y la fina piel cubierta de tatuajes.

Te has convertido en muso
a pesar tuyo,
pero más a pesar mío.
Cada parcela de intimidad,
real o imaginaria,
podrá ser vampirizada,
fagocitada,
analizada
y entomológicamente,
exhibida.
(Yo siempre sano
Tú no siempre sanas)

Si
eres catalizador inconsciente,
galaxia paralela,
auryn sin brillo,
mansión forzada a cal, canto y sábanas,
o esa extraña música que desmadeja telarañas.

Acéptalo,
te requiere una poeta.
Qué mala suerte.






Parada obligatoria

Ese estúpido, esponjoso, traqueteante levitar
de que formes parte de mi vida
y su sentirse cómoda, a salvo, fluida, unidireccional
como viajar en tren.
Pero no formas parte.
No formas parte
de mi vida.
No.





Es injusto

Es injusto que existas
con tu cabello insolente,
tu ternura implosionada
y tus promesas de erizo,
tan lejos
tan joven en años y horas,
con ese acertijo,
ese triángulo en la clavícula
en el que no podré perderme
jamás.








Filofobia

- Estoy enamorado
- Lo que pasa es que tienes puestas las gafas de soledad.
Gafas de soledad: sensación provocada por un estado prolongado de soledad, situación en la que cualquier ser humano del sexo femenino que te preste atención será coronada reina suprema de todo para siempre.

Hurra, Ben Brooks



Nunca me he quitado las gafas de soledad
ni he mirado otros ojos sin avidez.
Aquí y ahora
tú eres mi Él,
(como el anterior y el que vendrá),
precipitada, estúpida e ineludiblemente.
Lo mismo da que hayamos compartido
3 segundos, 3 años o 3 días,
el título es tuyo
en letras doradas.
No hace falta que lo enmarques
junto a la entrada de cine
o al ticket de compra.
Es sólo una anomalía visual.
No vale nada.







Lost

Busco la caja negra
tras el impacto.
No me importa estar perdida,
la luz malgastada
o la posibilidad de tu herida
desde el extremo opuesto de la isla.
Sólo busco la caja negra,
la espina negra
del primer
y único
acto.






Catedrales

“There's a certain Slant of light,
Winter Afternoons –.
That oppresses, like the Heft.
Of Cathedral Tunes”.

Emily Dickinson **


Relájate.
Enciende las luces de la sala,
retira las marquesinas,
apaga los trinos de los pájaros.
Se acabó.
Ya no invoco órbitas estelares,
ni te envío mariposas.
No te requiero.
Eres libre.

Me he acostumbrado
a la ceniza en la boca,
al viento en los ojos
y al otoño incipiente
que me trepa por las uñas.

Márchate.
Llévate el neón,
déjame desnuda.
No pasaré frío.
Tengo el peso de lo no vivido
como abrigo.








* "Y ni siquiera sientes pena.
Sino la pena de no sentir dolor.
Y sin embargo ,
debe estar la Arcadia en flor.
Debe estar la Arcadia en flor.
Tras de las puertas de bronce del tiempo
debe estar
la Arcadia en Flor...
Pero dónde". 

Rafael Berrio, compuesta para La Reconquista





** (Hay cierta oblicuidad de luz,
En las tardes de invierno,
Que oprime, como el peso
De la música en la catedral).




*
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