
En una agencia de contactos:
- ¡Buenos días! ¿En qué puedo ayudarla?
- Quiero devolver a un hombre
- ¿Disculpe?
- Sí, al tipo con el que me habían concertado una cita. No me satisface y lo quiero cambiar por otro
- Escuche, madame, eso que nos pide es imposible. Las personas no se devuelven, no son objetos...
- ¿Entonces qué hago con él?
- ¿¡Como que...!?. En fin, nosotros hacemos la selección de candidatos y ofrecemos el perfil más compatible. Una vez hecho esto, ahí acaba nuestra responsabilidad. En caso de que surja algún problema, debería hablarlo con él, no con la agencia
- ¡Ustedes me garantizaron el flechazo!
- No, madame, le garantizamos una persona compatible con usted en un 90%
- Es lo mismo
- No lo creo
- ¡Es que me han elegido a un soseras!
- Escuche, madame...
- Tavernier
- OK, Madame Tavernier, ¿ese soseras no tiene sus mismos hobbies?
- Sí, le gusta la jardinería, la micología y el patinaje artístico, como a mí
- ¿Y en cuanto a personalidad y filosofía de vida?
- Bueno, también es un pesimista reconvertido
- ¿Disfruta de su compañía?
- Es agradable hablar con él
- ¿Siente atracción hacia este hombre?
- Sí...
- Entonces, ¿cuál es el problema?
- Ya se lo he dicho: no me satisface
- ¿En que sentido no la satisface?
- No me gusta el rumbo que esta tomando esta conversación, joven
- Discúlpeme, pero sigo sin entender por qué lo descarta tan radicalmente
- Es que... ¡tararea mientras come!
- ¿Durante las comidas?
- Sí, a Wagner. Todo el tiempo
- Vaya...
- ¿Usted sabe lo que es comer con la cabalgata de las Valkirias?
- Me hago una idea, señora, pero a pesar de esa peculiaridad, ¿es lo único que le molesta de él?
- ¿Pero es que no le parece poco?
- Hombre, pues....
- ¡Si hasta la comida me huele a napalm!
- Entiendo, yo también he visto Apocalypse Now, pero...
- Bueno, es que no es sólo eso, también influye el hecho de que hable en diminutivos. Suelta cosas como “estamos en plena crisecita”, “hace friito” o “soy curiosito”
- Pues a mi me resulta entrañable. ¿Sabe que los italianos hablan... ?
- Por favor, a veces tengo la sensación de que el comando Anti-Cursis va a aparecer en cualquier momento...
- En fin, entiendo que sea eso importante para usted, pero mírelo en conjunto. Además de esas dos cosas, ambos tienen muchísimo en común, ¿verdad?
- Si, bueno...
- Tengo su ficha aquí mismo y pone que pidió a alguien que fuera lo más parecido posible a...
- Sí, sé que lo dije, pero no es este el caso
- ¿Piensa que hay alguien más compatible en nuestro fichero para usted?
- Exacto
- ¿Y no cree que de ser así ya lo habríamos encontrado?
- Usted no lo entiende, joven, tengo que librarme de él ya o de lo contrario...
- ¿De lo contrario qué? ¿Amenaza con demandarnos?
- No... es algo mucho peor
- ¿A qué coj....narices se refiere, madame?
- Es que...
- ¿Si?
- ¡Buenos días! ¿En qué puedo ayudarla?
- Quiero devolver a un hombre
- ¿Disculpe?
- Sí, al tipo con el que me habían concertado una cita. No me satisface y lo quiero cambiar por otro
- Escuche, madame, eso que nos pide es imposible. Las personas no se devuelven, no son objetos...
- ¿Entonces qué hago con él?
- ¿¡Como que...!?. En fin, nosotros hacemos la selección de candidatos y ofrecemos el perfil más compatible. Una vez hecho esto, ahí acaba nuestra responsabilidad. En caso de que surja algún problema, debería hablarlo con él, no con la agencia
- ¡Ustedes me garantizaron el flechazo!
- No, madame, le garantizamos una persona compatible con usted en un 90%
- Es lo mismo
- No lo creo
- ¡Es que me han elegido a un soseras!
- Escuche, madame...
- Tavernier
- OK, Madame Tavernier, ¿ese soseras no tiene sus mismos hobbies?
- Sí, le gusta la jardinería, la micología y el patinaje artístico, como a mí
- ¿Y en cuanto a personalidad y filosofía de vida?
- Bueno, también es un pesimista reconvertido
- ¿Disfruta de su compañía?
- Es agradable hablar con él
- ¿Siente atracción hacia este hombre?
- Sí...
- Entonces, ¿cuál es el problema?
- Ya se lo he dicho: no me satisface
- ¿En que sentido no la satisface?
- No me gusta el rumbo que esta tomando esta conversación, joven
- Discúlpeme, pero sigo sin entender por qué lo descarta tan radicalmente
- Es que... ¡tararea mientras come!
- ¿Durante las comidas?
- Sí, a Wagner. Todo el tiempo
- Vaya...
- ¿Usted sabe lo que es comer con la cabalgata de las Valkirias?
- Me hago una idea, señora, pero a pesar de esa peculiaridad, ¿es lo único que le molesta de él?
- ¿Pero es que no le parece poco?
- Hombre, pues....
- ¡Si hasta la comida me huele a napalm!
- Entiendo, yo también he visto Apocalypse Now, pero...
- Bueno, es que no es sólo eso, también influye el hecho de que hable en diminutivos. Suelta cosas como “estamos en plena crisecita”, “hace friito” o “soy curiosito”
- Pues a mi me resulta entrañable. ¿Sabe que los italianos hablan... ?
- Por favor, a veces tengo la sensación de que el comando Anti-Cursis va a aparecer en cualquier momento...
- En fin, entiendo que sea eso importante para usted, pero mírelo en conjunto. Además de esas dos cosas, ambos tienen muchísimo en común, ¿verdad?
- Si, bueno...
- Tengo su ficha aquí mismo y pone que pidió a alguien que fuera lo más parecido posible a...
- Sí, sé que lo dije, pero no es este el caso
- ¿Piensa que hay alguien más compatible en nuestro fichero para usted?
- Exacto
- ¿Y no cree que de ser así ya lo habríamos encontrado?
- Usted no lo entiende, joven, tengo que librarme de él ya o de lo contrario...
- ¿De lo contrario qué? ¿Amenaza con demandarnos?
- No... es algo mucho peor
- ¿A qué coj....narices se refiere, madame?
- Es que...
- ¿Si?
- ¡Me estoy enamorando de él, maldita sea!