09 noviembre 2014

Hello, Mr Turner! (I want you)



Quedaban, exactamente, 8 minutos para que empezara la película. “8 minutos, el tiempo que tarda en llegar la luz del sol hasta la tierra” pensé, en un arranque de cursilería que me pilló desprevenida. Mientras tanto, él hablaba y hablaba, medio succionado por una comodísima butaca (su favorita, al parecer, de todo Berlin) en las que sus retinas debían haber almacenado horas y horas de desbordante cinefília. Una pregunta a quemarropa me sacó de mi ensimismamiento:  

      -      ¿Sabes cuál fue el descubrimiento más importante de Darwin?
- Vale. O se trata de una pregunta trampa, Mr Turner, o está usted cuestionando insultantemente mi inteligencia.
-       Si hubieras escuchado la primera parte de esta conversación. No habrías necesitado hacerme esa pregunta…
-       Touché. Pero contéstese a sí mismo, no se corte.
-       Me sigue haciendo gracia que, de vez en cuando, me hables de usted, pero volvamos al tema. Tras decenas de viajes alrededor del mundo, Darwin descubrió que todas las especies animales que encontró, a excepción de una, compartían una misma e interesante característica.
-       ¿Qué era…?
-     Todas sabían que habían venido a este mundo para ser felices y se comportaban como tal.
-       No me digas la excepción que la adivino…
-    Piénsalo. A menos que estén enfermos o se sientan gravemente amenazados por algún peligro inminente, todos los animales del planeta, absolutamente todos, disfrutan cada momento de su vida, viven intensamente el día a día.
-    Todos menos los neuróticos humanos…
-  Exacto- se incorporó de su butaca, sus ojos brillaban- Y no me vale eso de a mayor sofisticación cerebral, mayor complejidad psicológica y todas esas bobadas. Debe haber un motivo más sencillo que justifique tanto autosaboteo. ¿En qué momento hemos olvidado o nos hemos disociado de esa misión vital intrínseca a nuestra naturaleza? ¿por qué no somos o no podemos ser felices?

       Las  luces se apagaron de repente.

-          -  ¡Shhh, calla! La película está a punto de empezar…






*      *

6 comentarios:

  1. Así somos: inútilmente estúpidos.
    Me gusta tu blog (tus blogs), tu forma de grabar las reflexiones.
    ( y preciosa la firma con Dylan)

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    1. ¡Muchas gracias por pasar y por dejar tu huella, RH! :)

      Supongo que no llegarás a leer esto, pero los (cada vez más escasos) posts son lo que me motiva a seguir publicando en mis blogs :)

      Espero que con el tiempo desaprendamos a ser "estúpidos" ;)

      Un abrazo ***

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  2. Después de eso, difícil concentrarse en la película no? jajaja
    Un beso Alhy ;)

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    1. Supongo, pero, afortunadamente, hay películas tan absorbentes e interesantes que son capaces de hacernos olvidar, incluso, a quien tenemos al lado ;)

      Gracias por pasar, una vez más :)

      Un abrazo ***

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  3. Ocho minutos bien aprovechados antes de la inmersión en otra realidad. Toda esa teoría de Darwin la he leído hace poco, de la mano de Santandreu, ha sido tu inspiración? Me ha encantado el texto, me hundiría ahora mismo en una butaca de cine, a reflexionar el porqué de nuestras múltiples infelicidades.

    Darwin kisses***

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    1. Thanks, nena! :)

      Si te soy sincera, no recuerdo si la leí o la escuché somewhere, solo sé que se me quedó grabada. Mira por donde, ha acabado saliendo por aquí. No ha sido algo consciente (casi nunca lo es).

      Siento llegar tan tarde. Me estaba retrasando tanto con la tercera y última parte que me ha costado volver. Me daba vergüenza contestaros sin tener preparada la last part.

      Intuyo que no leerás esto, pero espero que todo te vaya bien.

      Kisses escritoriles ***

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