09 enero 2009

Rainy day




Hay días en los que todo parece transcurrir dentro de un cuadro de Seurat: el entorno puede más que las personas. Llueve a latigazos, con rabia, y el viento, enérgico y desorientado, hace contigo lo mismo que un acordeón en las manos de un niño. Durante esos días, todo es destino.


Al cruzar un paso de cebra, un coche rojo, en un esforzado frenazo, se queda a sólo cinco centímetros de golpearte la cadera. Miras con furia al conductor, que a su vez te devuelve la mirada retándote a una guerra de culpabilidades. Perdéis los dos.

Intentas refugiarte en las calles más pequeñas de la ciudad, y pasas frente al escaparate de una tienda de fotos en el que cinco parejas de recién casados te devuelven la mirada exultantes bajo un cartel que dice “Elige a tu pareja de manera que puedas decir: podría escogerl@ más guap@, pero no mejor”. Los observas un instante y te preguntas qué tipo de sonrisa lucirán ahora.

Camino del centro, descubres que, fiel a su cita de todos los miércoles, un treintañero cool hace sus compras en una frutería. No puedes evitar volver a preguntarte qué comprará y a qué se dedicará. Y apuestas por manzanas y periodismo.
Los bajos de los edificios han dejado de protegerte, la lluvia se libera, pero has decidido darle una tregua a tu paraguas por temor a reducirlo a un cadáver violeta.

Mientras cruzas un semáforo en rojo, te aferras a tu gorro como a un escudo medieval, agradeciendo no haber elegido para hoy tu muy permeable cazadora vaquera. Tus tobillos se arrastran pesadamente bajo el agua acumulada. Venderías tu alma a Neptuno con tal de no encontrarte con nadie conocido, sólo deseas ser una mancha de color anónima más entre ese océano evitativo de paraguas.

Ves pasar los escaparates de Yves Rocher, Miss Manuki y FNAC distraídamente y a toda velocidad, mientras reafirmas cada uno de tus pasos como si caminaras sobre los peldaños de una escalera imaginaria. Y, de repente, llegas. Y reordenas rápidamente tu revuelta melena antes de cruzar al otro lado. Al lugar donde el entorno deja de ganarle la batalla a las personas...

*

11 comentarios:

  1. Muy bonito el texto, transporta a un paseo de esos que nos solemos dar un dia lluvioso por la ciudad.... Es tu dia, tu paseo....

    Un saludo.

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  2. Me gustó tu texto. A pesar de lo inhóspito del entorno, la lluvia es como un estado súbito del pensamiento, que te devuelve de un empujón al estado de naturaleza.

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  3. Hola alhy... he vuelto por estos blogs... debido a una mezcla de envidia y olla presion.. asi que nada como siempre un placer leerte... espero que estes bien despues de las navidades... y espero que tu paraguas sea de buena calidad para aguantar toda la lluvia que cae por ahi arriba!! ;)

    No vas a volver a los otros blogs?? ahora que iba a acertar una peli!!! jajaja

    Besossss!!!

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  4. Hermoso texto.
    A mí me gustan especialmente los días de frio y lluvia. Me gusta que la lluvia me vaya mojando lentamente, sin paraguas sobre mi cabeza, para así poder sentir que sigo vivo, que sigo siendo real.
    Necesitaba un texto así. Gracias.
    Bisous.

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  5. Al lugar donde el entorno deja de ganarle la batalla a las personas...


    las peores, las lluvias internas, esas que no salen nunca al esterior :/

    Besos bajo el paraguas .^

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  6. hundir los pensamientos en un vacio no es nada fácil. Esos días de lluvia dejan a mas de un espectador al borde del vacio

    buen blog!

    este texto me deja estupefacta

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  7. A latigazos... impresionante imagen. Adoro esa lluvia, adoro todo aquello que te hace sentir vivo, que te despierta, que te hace agarrarte intensamente a ti mismo. Me he agarrado a tu texto: me he mojado pero no me he ahogado.
    Paseo contigo, sin hablar... y, yo creo que son uvas y que estudia historia ;)
    Un beso

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  8. Me encanta cuando la gente hace publicidad egocentrica y descaradamente sin ni siquiera leerte. Pegan su anuncio como si el resto del mundo fuera únicamente un un poste en una estación concurrida. Creo que me pone y todo. En fins...

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  9. No lo ves alhy, pero estoy aplaudiendo tu texto. Algún día espero tener algo más tangible en mis manos, un libro de cuentos o algo así, de hecho creo que voy a apostar todo mi capital a que será así... besos, besos, besos.

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  10. no puedo evitar pensar en Ghostdog, "Hay algo que puede aprenderse de una tormenta. Al encontrarte con un chaparrón repentino intentas no mojarte y te pones a correr; aunque corras por debajo de las cornisas de las casas sigues mojándote. Si lo tienes claro desde el principio, no habrá sorpresas…aunque te mojarás igual. Este concepto se puede aplicar a todas las cosas"

    la lluvia es un problema para quien no se quiere mojar.

    sé lo difícil que es vivir en los paises de lluvia

    de donde yo vengo la lluvia siempre ha sido la bendición de los agricultores que miraban al cielo y maldecían pisando la tierra seca.

    creo que hemos perdido un poco el talante de los agricultores. eso de que nuestro futuro dependa del tiempo(you wrote "destino", call it what u want) y que vengan años buenos y años malos y aceptarlos tal y como vienen. quizás, sea ese el camino del samurai ;)

    of course,el final de su relato me lleva al final de my blackberry nights. y cruzándose ambos finales, se forma una equis, que siempre indica un tesoro :D

    [últimamente la palabra "cruzar" se me presenta en muchas ocasiones en TODAS sus acepciones. será el 09]

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  11. Hola Alhy, me ha encantado tu entrada, me he sentido identificado en muchos momentos.

    Muchas gracias por tu comentario en mi blog, no he podido contestar antes.

    Pero la palabra "Cruzar" ha sido importante para mi en estos dias.

    Besos y Felicitaciones por tu blog.

    Te seguiré...

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In cyberspace, everybody can hear you dream...

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