02 octubre 2009

Confluencia



Aquellas angostas calles empedradas siempre habían sido un misterio. Ava creía que si alargaba la mano, podía tocar el otro extremo, pero sólo era uno de los muchos juegos mentales que inventaba en sus paseos. Invasora/invadida nata, no sabía medir distancias. Sus amigos la apodaban Miss Moratón, porque se daba golpes continuamente hasta contra los objetos de su casa. Por eso cuando vio un pequeño gorrión en mitad de una de las viejas callejuelas, no lo pensó. No reparó en el coche que se acercaba. A dos décimas de segundo del desastre, con el animalillo en la mano, mientras el pánico aceleraba un “se acabó” en su mente, sintió que dos brazos la apartaban. Entre la pared y ella, un abrazo férreamente protector. Entonces sintió latir tres corazones, el del gorrión, el de su rescatador/a y el suyo, como coros del estribillo de una misma canción. Apenas podía respirar. El mundo pareció acelerarse, girar sobre su eje 100 veces más rápido de lo normal. Vértigo. Era incapaz de moverse y por alguna extraña razón, los brazos que cruzaban su pecho no la soltaban. ¿Quería que la liberasen? Pasaron 50 segundos o 50 minutos, nunca lo supo, antes de poder mirarle por primera vez.

48 horas después seguía abrazándola. Las sábanas se arremolinaban a los pies de su cama como banderas blancas. El colchón sin funda también parecía exhausto y ahíto en su desnudez azul. Ava repasaba con el dedo sus simétricos dibujos y se descubrió feliz por vez primera. Dos días de tregua contra su cautela y sensatez patológicas por aquel incontenible torbellino de sexo y ternura, ternura y sexo, la habían transformado. No se puede ser la misma persona después de tocar un acorde interno nuevo y desconocido, cuando este te renueva y te completa tan intensamente. Al mismo tiempo, en su fuero interno, tenía la certeza de que jamás volvería a vivir una experiencia tan maravillosamente mágica con nadie. ¿Cuánto podría durar aquello?

Sólo siete meses más tarde, ambos escuchaban la misma música, hablaban casi al unísono y se referían a si mismos en primera persona del plural. Habían llegado a adoptar un look inquietantemente andrógino. Llevaban el mismo corte de pelo y se intercambiaban gorros, pañuelos, gafas y bufandas. Mirándolos de perfil, desde lejos, ni siquiera podías distinguir quien era uno y quien el otro.
Los que los conocían, no sólo argumentaban que nunca los habían visto tan felices, sino que no habían conocido a dos personas más hechas la una para la otra.

Una mañana, sin embargo, mientras Ava se peinaba, durante un angustioso segundo, no reconoció la imagen que le devolvía el espejo. Tuvo la sensación de que una mujer semi-invisible la observaba, pero desechó esa idea rápidamente.
Otro día, mientras caminaban cogidos de la mano por una estrecha acera, un hombre se cruzó en su camino y no pudieron desasirse, de tal forma que, en un torpe giro, acabaron cayéndose pesadamente sobre un coche. Desde entonces, comenzaron al olvidar detalles de su memoria emocional: fechas, amores, recuerdos, lecciones. Aquel fue el principio.

Pero una noche, después de cenar, él le leyó una fábula:

“Los puercoespines de una manada se apretaban unos contra otros para prestarse calor en un crudo día de invierno. Pero al juntarse, se herían recíprocamente con sus púas y tenían que separarse. Al sentir de nuevo el frío se volvían a unir y a pincharse, y otra vez se distanciaban. Esta aproximación y alejamiento duró hasta que encontraron una distancia media en la que ambos males, el frío y las espinas, fueron mitigados”.

Concluida la narración, la miró a los ojos, y le dijo: tú y yo no sabemos encontrar una distancia media entre el calor y el espacio vital. Es hora de soltarse, Ava.

18 comentarios:

  1. La confluencia, también se da entre acción y contacto. El sujeto para ser aceptado o no entrar en discusión con figuras importantes simplemente se mimetiza a ellas; debilita los límites de su Yo para fusionarse al otro. Se adoptan así, sin crítica ni cuestionamientos, decisiones, ideas, estilos de viva ajenos. Se adopta una postura cómoda donde se abdica de la propia responsabilidad, de la capacidad de tomar decisiones, para siempre "estar de acuerdo". Los con-fluentes son personas "sin carácter ni personalidad", "pasivas", que practican la desesperanza aprendida o la identificación con el agresor temido. Su frase es "Acéptame, no discuto".

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  2. Al final, todo se resume en un ni-contigo-ni-sin-ti.

    Pues vaya gracia.

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  3. que mala la señorita
    justo ayer vi Rebuild of Evangelion 1.0 y tuve nostalgias del antiquísimo capítulo del cuento del puercoespín..
    ahora no puedo escribirlo porque parecería copia XD




    rarito el cuento pero muy cierto, he visto personas con-fluentes que ya no tienen más que seguir mecánicamente..

    un abrazote desde aquí!! (justo la distancia exacta jeje)
    :)

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  4. Ava, Eva: El punto medio siempre es el más dificil, y el más completo.

    Un kiss grande, sigues en plena forma, y yo que me alegro.

    Nacho Vegas dice: "Dicen que en el amor ha de haber un vencido, dicen que ha de haber un vencedor. Pero yo he estado allí, y sólo puedo decir que no hay más que supervivientes"

    Te sigo, You Know. Canciones para Eva seguirá la próxima semana.

    Ciao¡

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  5. Pero fue necesario, no?
    De vez en cuando, en momentos de locura será bueno avanzar hacia algún lado.


    Qué bueno que no todo es puercoespín ni todo es frío.


    Saludos !

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  6. Suelo poner ejemplos extremos, pero en mayor o menor medida, tod@s somos o hemos sido confluyentes alguna vez.

    Botones:

    - Cuelga tú
    - No, cuelga tú
    - Que no, cari, cuelga tú primero

    *

    - ¿Qué te apetece hacer hoy?
    - Me da igual. ¿Qué quieres hacer tú?
    - Pues también me da igual. ¡Venga, piensa algo!

    *

    - ¿Quieres que haga algo antes de marcharme?
    - Si, ayúdame con esos informes
    - Bueno, yo me refería a...
    - ¿A qué?
    - No, nada, nada, ahora mismo te ayudo

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  7. me gusta la foto

    me gusta el gorro de ella (a juego con su bufanda, de las que pican) y el gorro de él(negro y apresurado).

    parecen que acaban de sobrevivir al 7J

    me gustan más los erizos de atxaga, de esos que sólo sabían 27 palabra, que los puercoespines.

    "Acéptame, no discuto, no vale la pena, me preocupo de lo importante, el yo no es importante, es demasiado occidental, soy un junco, al aire, al viento, me doblo y me ajusto a las circustancias; ¿servirá de algo criticarte, cuestionarte, retarte, desacredicarte? ¿Desprenderse de la esperanza es una locura o la única manera serena de seguir viviendo?"

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  8. PD: La fábula de los puercoespines es de Schopenhauer

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  9. Cuánta lucidez en él...

    Yo creo que se trata de un extremo y que, como dicen por aquí, encontrar el punto medio en la pareja es complicado. Ese espacio en el que ambos se ayudan a crecer, se apoyan y se dan la mano sin asfixiarse. Es el ideal. Iba a decir que pocos lo consiguen pero prefiero ser optimista y positiva, y decir que se puede encontrar. Why not?

    Besos enormes, Alhy

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  10. Qué angustiante.
    Es preciosa la fábula de los puercoespines.
    Creo que todos necesitamos nuestros momentos de soledad, que nos hacen apreciar más los momentos con aquéllos a quienes queremos.
    Un saludo!

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  11. Wow. Me confieso confluenciada en muchos instantes de mi vida. A veces no te das cuenta, es por no discutir, por no hablar mas de la cuenta, por no mostrarte, por no disgustar... Me gusta el ejemplo extremo es como mejor se ve...
    Me ha encantado como has empezado la historia... salvando al gorrion, el abrazo... el tiempo que pasa y no te das cuenta... tres corazones.... WOW, Alhy, eso me ha encantado.
    Como me gusta como escribes.

    Besos maga!!!!

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  12. Oh, por Dios.
    ¿Sabes que I will follow you into the dark fue la primera canción que me regaló una joven?

    Junto a este texto, chapeau.

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  13. Corren malos tiempos para las historias "largas"...

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  14. es tan hermoso.... me quedo sin palabras y con la respiración lejana

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  15. Hii Amaiaa!!

    Ais creo que muchas veces la confluencia abarca mucha parte de mi vida y la verdad es que me frusta tanto.

    Me da tanta rabia, pienso que no tengo personalidad, y mira que es tristee, intento diariamente trabajarlo para lograr no ser de esa manera.

    Magnifica historia para retratar eese modo de enfretarse a la vida..me he gustado la historia de Ava.

    Mañana estare pendiente de esa serieee... pinta genial.

    kissesss

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  16. Es verdad mas de una vez me ha pasado ke por salud mental es mejor tomar distancia entre la personas que uno kiere, para evitar herirlos y ke nos hieran
    Bsox

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  17. Precioso y triste cuento. Yo me reconozco bastante confluente, espero no acabar como Ava...

    Gracias por tu larga explicación sobre la proyección, ya tenía una cierta idea de cómo funciona ese mecanismo, pero en ocasiones me resulta difícil aceptar que algo que detesto en alguien forme parte de mi. Lo vivo como si tuviera que añadir más piedras a mi mochila, que ya me resulta pesada de por sí... La buena noticia es que también podemos descubrir virtudes que nunca pensamos que podríamos tener.

    Has dicho una cosa que toca uno de mis GRANDES TEMAS sobre los que reflexionar, a la que ya le había estado dando vueltas después de leer a Jorge Bucay: "el encuentro auténtico sólo se produce cuanto menos se espera del otro", ¿significa que no debemos esperar nada de nadie en ninguna situación? ¿Podemos los seres humanos vivir sin esperar nada de los demás, y vivir felices? (Preguntas, preguntas y más preguntas...)

    Me he extendido un montón... :P

    Espero que tu pequeña racha acabe pronto, seguro que luego vuelves con más fuerza :)

    Un beso gordo

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  18. Estimada señorita:
    Es mi humilde deseo invitarla a las sucesivas entradas que iré dosificando a lo largo de las próximas semanas en torno a una obra que según parece también es de su agrado: El Principito.
    No sólo se tratará de un mero “refrito”, todo lo contrario, juntos intentaremos profundizar en el significado esencial de esta novelita falsamente calificada en ciertos ámbitos académicos de “infantil”.
    Espero que le guste el enfoque que adoptará esta especie de ensayo, si me permite llamarlo así.
    Un saludo de éste quien le escribe desde las canarias.

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In cyberspace, everybody can hear you dream...

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