
Abro los ojos y veo una estación infinita llena de gente. Todos visten de blanco aséptico, blanco hospital. Están inmóviles, pero extrañamente alerta, como improvisadas piezas de un tablero de ajedrez. En un bolsillo de su inmaculada indumentaria, justo sobre el corazón, llevan una carta.
De repente, algún lejano reloj da las doce y todos se ponen en movimiento simultáneamente. Caminan a distinto ritmo y en diferentes direcciones. Algunos se dirigen a un andén, otros simplemente esperan. Parecen no verse ni reconocerse entre sí, pero sus caras me son familiares, muchos incluso despiertan en mi una reacción emocional intensa. Intento llamarles, pero descubro con frustración que no conozco ninguno de sus nombres. Mi mente está vacía, no hay palabras, parece como si, inoportunamente, hubiera sido reseteada de todo contenido.
¿A dónde se dirigirán?
Algunos viajeros se cruzan en mi camino tan brevemente y tan deprisa, que me resulta imposible alcanzarlos. Otros, por el contrario, se mueven con una lentitud rayana en la exasperación. Afortunadamente, descubro a una mujer de mediana edad que parece caminar a mi ritmo. Decido seguirla y un sexto sentido me indica que esa elección no es por azar. Me acerco lo suficiente como para coger la carta de su bolsillo, pero no lo consigo. Está pegada de tal manera que parece una extensión indivisible del propio traje. Entonces, mi desconocida-conocida toma un tren y yo, sin pensarmelo dos veces, la acompaño. Nos sentamos en un vagón intermedio. El viaje comienza y la luz baila ante mis ojos. No consigo ver el paisaje, sólo sus cambios, como una película a 34 fotogramas por segundo. Y en algún punto indefinido entre el día y la noche, me da la carta. Contiene una frase. Siete palabras. Todo mi vocabulario.
Regreso a la estación, sigo a otra persona y otro círculo comienza. Esta vez el viaje es mucho más breve, pero la carta que me entrega con la misma solemnidad del viajero anterior, contiene un libro entero. Más palabras. Horas después, llego a la estación con el tiempo justo de memorizarla. Y una vez allí, tras un breve descanso, sigo a otro viajero y después a otro, en una espiral infinita.
A veces, el trayecto es tan largo, que me da tiempo a aprenderme las cartas al revés, pero otras, el tren regresa a la estación cuando apenas he comenzado a abrir el sobre.
Algunas cartas contienen palabras, otras frases, otras enciclopedias, e incluso hay algunas tan pesadas e inabarcables que no podrían ser leídas ni en cinco vidas.
De vez en cuando, para mi frustración, encuentro un papel en blanco. Aunque casi sin excepción, trenes después, su mensaje vuelve mi, como si un misterioso foco hubiera revelado de repente su tinta invisible.
En ocasiones me vuelvo a encontrar con viejos compañeros de viaje. Con algunos vuelvo a compartir de nuevo asiento, pero otros, simplemente, pasan de largo.
Sentada en el andén, en los escasos momentos en los que mi mente y mi cuerpo asimilan los vocablos y las distancias, observo con anhelo a todos esos “viajeros desconocidos e inalcanzables” que sólo pueden ser seguidos con los ojos, y me pregunto con triste resignación: ¿que misterio contendrán sus cartas?.
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mi niña que bueno¡¡¡¡ me encantó en serio
ResponderEliminarbesos
Geniaaaaalll!!!
ResponderEliminarMe latio muchoo!!!!
Kiza ellos te vean de la misma manera, y se pregunten también que puede decir tu carta???
Aaaah, como eso que decía en el avioncito de Otto, ¿no? En los amantes del círculo polar =D
ResponderEliminarMuchos besos.
Cuando viajo en tren o en Metro, miro a la gente que va en él e imagino que historias tienen que esconder detrás de esas miradas pasivas. Si no me transmiten nada, invento las historias en lo que dura el trayecto.
ResponderEliminarAunque no me entreguen cartas, me sentí muy identificado con tu relato.
Me gustó mucho.
Besos observadores.
Hermoso. Brutalmente hermoso. Inquietantemente hermoso.
ResponderEliminarA veces sucede que el sueño entra en sintonía con el Aleph, y el tiempo condensado circula por tu historia y las historia de quienes fueron tus antepasados y los que serán tus descendientes. Pero tambien se mezclan los que "pudieron" ser tus antepasados y tus descendientes, aquellos hijos que fueron una posibilidad de ser y no fueron y todos con un mensaje y algo que decirte. Los mas cercanos, enciclopedias, los más alejados (los que nunca fueron ni seran) palabras, frases... Pero es el universo entero el que te habla. Es la vida en movimiento la que te sueña, son todas tus vidas posibles las que te hablan al mismo tiempo. Son todas las mujeres y hombres que pudiste ser. Tu texto es una línea directa al centro de la vida. Gracias por dejarme ver, por un instante, ese centro maravilloso.
Creo que a todos en algun momento de nuestra vida nos entra una curiosidad sana sobre los secretos que puede abarcar el corazon y la vida de una persona..y es curioso lo que nos podemos encontrar porque como sucede en el relato la vida de las personas esta llena de muchas cosas, o de pocas o de ninguna.
ResponderEliminarAunque puede que esas paginas en blanco sean personas que se sienten vacias.. y es quizas por eso que tenemos la necesidad de coger esas cartas para intentar a ayudar a alguien si lo necesita..
No se si he llegado a entender el texto, pero lo escrito es lo que me ha inspirado al leerlo.
besoss
En algún momento lo sabrá. Llegará a sentir sus cartas en las manos, rozará el papel con los dedos. Hasta el momento en que sea ella la que las entregue, con una media sonrisa y prisa entre las clavículas.
ResponderEliminarUn miau, bonita.
Me recuerda a "Manuscrito Hallado En Un Bolsillo", de Cortazar. ¿Lo has leido? En un festicine presentron una adaptación que, sinceramente, no hacía mucho honor al original...
ResponderEliminar¡Besos viajeros!
No hay mejor manera que salpicar de tinta y viajes los espacios en blanco de una memoria con estaciones de un tren fantasma.
ResponderEliminar"Lo malo es que lo bueno pasa.
ResponderEliminarLo bueno es que lo malo pasa."
¡Muchas gracias por esas palabras!
=D
Un misterio que probablemente nunca tendrá respuesta. Soy una persona a la que le gusta bastante observar,y a menudo me pregunto por la vida de los demás,que música escucharán,que leerán,etc... Yo me hago mis propias apuestas,claro siempre sin respuesta.
ResponderEliminarMuy bueno Alhy. Te felicito.
Un saludo.
Alhy, me ha encantado!!!!! Qué misterioso. ¿Tendrá continuación?
ResponderEliminarMuchos besos enrgéticos!!!!
¿Qué nos perdemos de cada persona que se cruza durante unos segundos en nuestro camino? ¿Cuáles son sus historias, serán parecidas a la mía o tan distintas que ni me lo imagino? ¿Cómo sería nuestra propia vida si alguna de esas personas hubiera entrado en ella?
ResponderEliminarHay tanta gente en el mundo y tantas posibilidades que si lo piensas detenidamente resulta abrumador...
Gracias por tu comentario :) No conozco a ese tal Satie, pero si hacemos buena pareja tendremos que conocernos algún día :D
Saludos!
Mientras te escribo esto, estoy REZANDO (y mira que soy agnóstico, como bien sabes) para que el maldito ordenata me permita firmar en el maldito blog en el que, por la cara, no puedo firmar...
ResponderEliminarCruzando los dedos...
ARGH!!!!!!!!!!! POR FIN!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarNo sé que mierda me pasa con los accesos al blog.
Pero parece que la cosa ya marcha.
Algunas cartas de esas personas que todos nos encontramos en todas partes estarán, posiblemente, vacías. Puedes contemplar la opción de una especie de "secuela del relato" en el que alguien pueda conseguir las cartas y escribir en ellas... Con todo el cambio que supondría para la vida de los dueños.
Viajera griega, sus relatos siguen siendo preciosos y emotivos como pocos.
Oye, ¿te has pensado en ir presentándote a algunos concursos de Donosti y alrededores? Yo me voy a presentar ahora a Málagacrea con mi relato de "¿Por qué está llorando el niño?", el que te pasé, y a ver qué cae.
Sorry por estar desconecting, pero el messenger sólo se me abre por el portátil (el ordenata que suele usar mi hermano) y el blog me ha frustrado mucho mucho mucho estos days porque no me reconocía la contraseña y siempre me preguntaba chorradas que no entendía. De hecho, te envié lo que pensaba firmarte frustradísimo y enfadadísimo por mail XP
Amore, espero que todo esté marchando por caminos silverados.
¿Qué te pareció mi propuesta?
Yo el lunes a mediodía le tiraré ya para Madriz. ¡Contéstame, preciosa, que el tiempo se acaba y uno de mis sueños es que nos corramos un juergonazo en la capital con bastardeo intelectualoide incluido! XP
Te quiero mucho, preciosa.
Mistery Letter Kiss!!!!!!!!!!!!!
que bonito, precioso, me ha gustado mucho, te dan ganas de montar en un tren y adentrarte en esos corazones desconocidos y perderte en las letras de sus cartas, como me pierdo en las tuyas, que estan llenas de vida, de amor, de FEELINGS...
ResponderEliminarun beso wapa....es un placer compartir estas joyas..
me encanto el post...
ResponderEliminarque ests bien
un beso
La mayoría de los viajeros con los que me cruzo tienen sus cartas selladas para ellos mismos y para nadie más. Quizá sea mejor así, prefiero imaginar lo que cuentan a poder descubrirlo de verdad y que sea una decepción. Además, como en mi imaginación no hay sitio para cartas en blanco o tristes, es mucho más divertido :)
ResponderEliminarKissesx3
Gracias Lala por llevarme a estos lugares.
ResponderEliminarMe encantó el escenario y la metáfora... A veces imagino que el vagón se detiene de golpe en un tunel vacío ¿Qué ocurriría entonces con nuestras cartas?
Te sigo. Kisses